Cambiar el comportamiento de una persona ya es bastante difícil, y mucho más si se trata de millones de ciudadanos en todo el mundo. En este sentido, el Proyecto Cambio Climático de Al Gore nos da cuatro lecciones de la psicología con el objetivo de inspirar a la acción climática.
¿Qué sucede cuando únicamente entender no es suficiente? Se sabe que es importante educar al público para que entienda por qué está sucediendo el cambio climático, qué regiones están en mayor riesgo y cómo los impactos como el aumento del nivel del mar, el clima extremo y la acidificación de los océanos siguen dañando nuestra salud y nuestra economía.
Hacer que la gente tome medidas puede ser un desafío, y eso se debe a que cambiar las actitudes y los comportamientos de las personas es una tarea desalentadora. Así que aquí están cuatro recomendaciones:
- Conectar la crisis climática con lo que sucede en las comunidades reales, con el fin de mantenerla presente en la realidad inmediata.
- Provocar que la acción climática sea una experiencia grupal, con el propósito de promover las normas sociales y aumentar las probabilidades de que otros se unan.
- Hablar sobre lo que estamos ganando y no sobre lo que estamos perdiendo, para así evitar la aversión a las pérdidas.
- Ofrecer a los amigos formas reales de actuar, con el objetivo de prevenir la melancolía ambiental y así evitar que se paralicen y no actúen ante el cambio climático
Los humanos son complicados, y el cambio de comportamiento no es una tarea fácil, pero pensar en cómo superar la apatía o la impotencia es el primer paso para involucrar a otros en el movimiento de soluciones.
