POR PATRICIA MERCADO SÁNCHEZ
Pedro llegó a la política mexicana en un momento en el que urgía romper los viejos estilos de gobernar. Sólo tenía 25 años cuando logró impulsar una candidatura independiente, a través de una organización de jóvenes llamada Wikipolítica, y ganó una diputación en el Congreso de Jalisco, con más votos que cualquier partido político. Era el año 2015.
La campaña de Kumamoto revolucionó la forma de conectar con los ciudadanos, y tuvo su base en las redes sociales. Además, se impuso como objetivo ser austera. Recibió poco más de 18 000 pesos de financiamiento público y 270 000 pesos de aportaciones personales y de organizaciones que fueron usadas con absoluta transparencia. Se comprobó entonces que la famosa frase “un político pobre es un pobre político” encajaba sólo en ese viejo estilo de hacer proselitismo a billetazos.
Muchos podrían pensar que su mayor disrupción estuvo en los canales usados a fin de ganar adeptos. La tecnología tuvo un papel importante en divulgar el trabajo que hacía cotidianamente y en darle notoriedad a sus propuestas en las calles.
“Nosotros ganamos por las redes sociales, las físicas y las virtuales. Las virtuales permitieron que la gente se diera cuenta de lo que pasaba cuando salíamos a las calles, ayudaron a documentar qué era lo que creíamos y por qué lo creíamos, y fue muy importante para que se diera la posibilidad de un cambio”, recuerda Kumamoto.
Sin embargo, Pedro considera que el papel más importante lo tuvo la inteligencia colectiva porque fue una campaña “que concentró el talento de una generación de personas que queríamos un cambio y creíamos que podía suceder mediante el trabajo comunitario”.
Wikipolítica, explica, busca cómo construir una política más cercana, reivindicar el papel que debe tener la ciudadanía y cómo se deben impulsar los temas que interesan.
La candidatura surgió “no porque creíamos que íbamos a ganar, sino porque era importante enviar un mensaje al país respecto a que se pueden hacer cambios”.
#SINVOTONOHAYDINERO
Ahora, Pedro vive un paralelismo con esos días de campaña y de triunfo, luego de que el gobierno de Jalisco aprobara el pasado 1 de junio su iniciativa #Sinvotonohaydinero.
“Pasó también en la campaña, teníamos una cascada de sentimientos, de felicidad, pero también la conciencia de una enorme responsabilidad”, enfatiza.
La propuesta se intentó impulsar a través del diputado federal independiente Manuel J. Clouthier en el Congreso de la Unión, no obstante, fue enviada a la congeladora por la mayoría priista.
Básicamente, lo que se busca es que el financiamiento público que reciban los partidos políticos sea proporcional al número de votos que logren y no al padrón electoral.
Ahora la estrategia será de lo local a lo nacional. La batalla, según Pedro Kumamoto, está actualmente en organizar a la sociedad civil de los estados a fin de que impulsen, apoyen y presionen para su aprobación.
Apenas la semana pasada, la propuesta se presentó en el Congreso de Chihuahua, a través de Wikipolítica Chihuahua y Plan Estratégico de Juárez.
“Está en tus manos que suceda, ¡te necesitamos!”, dice la campaña del equipo de Kuma, como le dicen sus amigos cercanos. Por lo pronto, ya hay otros estados como San Luis Potosí y Querétaro, con iniciativas similares.
UN NIÑO NORMAL
Él dice que fue “un niño normal” a quien le gustaba hacer deporte, leer y ver caricaturas; también los juegos de playmobil, de legos, y coleccionaba cortezas de árboles y obsidianas.
Tenía una relación especial y cercana con su abuela, y quizá por eso le interesaban tanto las cosas de las personas mayores.
Es el segundo de tres hijos. Tiene una hermana mayor y un hermano 12 años menor que él.
“Mis papás no se han dedicado nunca a la política, sin embargo les interesó que pudiéramos trabajar con la comunidad, pero sobre todo que pudiéramos ser libres”.
“Me criaron muy libre, yo hacía lo que quería porque creían en mi responsabilidad”, dice Pedro, y aclara que siempre ha sido muy ñoño con los estudios.
Nunca consideró dedicarse a la política, y de hecho salió de la preparatoria con la idea de estudiar literatura dramática y teatro, o cine.
Con eso en mente, viajó a la Ciudad de México a fin de presentar un examen de ingreso al Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) de la UNAM; sin embargo, no fue admitido y tuvo que regresar a Guadalajara.
En ese momento, se dio cuenta de que le gustaba organizar conciertos y exposiciones de arte, que le gustaba el contacto con la sociedad y los procesos político-culturales. Así que entró al Iteso, una universidad jesuita de Guadalajara, a estudiar la licenciatura en Gestión Cultural, de la cual es egresado.
En ese tiempo, Pedro se empezó a involucrar con la Unión de Sociedad de Alumnos del Iteso, y poco tiempo después se convirtió en su presidente entre 2012 y 2014.
Al mismo tiempo, sucedían ya las reuniones de estos 12 jóvenes que crearon Wikipolítica, la organización que busca impulsar un verdadero cambio en México.
“La juventud no es sinónimo de transgredir el statu quo, pero por otro lado es importante que haya más jóvenes, mujeres, adultos mayores, más perfiles distintos en la política”, asegura Kumamoto.
Pedro y el equipo de Wikipolítica quieren revolucionar la forma de hacer política en México y saben que el éxito reside en su cercanía con la gente.
Muchos ya ven a Kumamoto en la política nacional; él, por lo pronto, está en su batalla por impulsar #Sinvotonohaydinero y sabe que, como en su campaña del 2015, “los muros sí caen”.