Debido al tráfico que padecen las ciudades, la economía se ve afectada con casi un uno por ciento del PIB, de acuerdo con un estudio realizado en Estados Unidos, el Reino Unido, Francia y Alemania.
Esta situación causa, por un lado, una pérdida de tiempo y productividad que impide el crecimiento de varias economías y, por otro, un aumento en la contaminación del aire que resulta perjudicial para nuestra salud y el ambiente.
El aire sucio provoca casi 4.5 millones de muertes prematuras al año y afecta a muchas personas, sobre todo niños, causando enfermedades como asma.
Ante esta situación, los alcaldes y alcaldesas de las ciudades más importantes del mundo (entre ellas México y Quito) firmaron un compromiso que busca convertir las urbes en áreas más verdes, saludables y prósperas.
Las medidas que acordaron cumplir son fundamentales para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París contra el cambio climático.
José Ramón Amieva, el actual jefe de Gobierno de la Ciudad de México, firmó esta misiva junto a la alcaldesa de París, Anne Hidalgo; el alcalde de Londres, Sadiq Khan; el de Copenhague, Frank Jensen; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau y otros.
A partir del año 2025, estas ciudades conseguirán transporte público, con participación de todas las instituciones requeridas, con cero emisiones, y para 2030 buscarán que una parte importante de esas metrópolis sean cero emisiones.
Con el fin de alcanzar estos objetivos los gobiernos de cada ciudad se encargarán de:
- transformar las políticas de urbanismo en unas que tomen en cuenta a la ciudadanía,
- aumentar el volumen de peatones, ciclistas y usuarios de transporte público y compartido y que sea accesible a toda la ciudadanía,
- reducir el número de vehículos que más contaminen e iniciar una transición con el propósito de retirar los vehículos que usen combustibles fósiles, y
- publicar informes cada dos años sobre el progreso de las ciudades para alcanzar estos objetivos.