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Los retos de envejecer

Nadie sabe exactamente cuántos años le quedan de vida pero si una persona tiene un historial de buena salud, podría llegar hasta los 80 años y enfrentarlos no será sencillo
27 de Marzo 2017
Foto: Especial
Foto: Especial

A principios de la década de los 60, cuando una persona egresaba de la universidad, tenía por delante unos 40 años más de vida, tiempo en el que (según el plan ideal) podía casarse, conseguir un buen empleo y hasta retirarse para pasar tranquilo sus últimos años. Hoy, un joven de entre 21 y 23 años todavía vivirá unas 6 décadas más.

La gente del siglo XXI se muere más vieja que antes, por lo que, dentro de tres décadas, el número de personas mayores de 60 años se duplicará en todo el mundo, de acuerdo con cálculos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Así, si ahora tienes 30 años, independientemente de qué parte del mundo seas originario, serás de las primeras personas que formarán parte de la nueva conformación de la humanidad. ¿Ya habías pensado en eso?

Una persona que tiene 60 años en 2017 vivirá, en promedio, hasta los 81, es decir, 20 años más que alguien de su misma edad hace 5 décadas. Por eso vale la pena que empieces a planear tu vejez desde ahora, ya que pasarás más tiempo de tu vida como adulto mayor que lo que llevas siendo mayor de edad.

20 AÑOS ¿NO ES NADA?

Vivir dos décadas más significa que tendrás que trabajar durante más tiempo y cuidar de tu salud para ser productivo durante una mayor cantidad de años. En promedio, los seres humanos del siglo XXI cumplirán 20 años más que sus abuelos, lo cual, si le vemos el lado positivo, hará que los niños que nazcan en la actualidad tengan más posibilidades de conocer a sus abuelos y hasta a sus bisabuelos… bueno, en realidad, es más probable que conozcan solamente a sus bisabuelas, ya que las mujeres viven entre seis y ocho años más que los hombres. ¿Te parece atractiva la idea de conocer a tus bisnietos?

En un plano realista, esto necesitará cambios profundos, como la adecuación del mercado laboral para recibir a más personas mayores de 60 años, ofreciendo empleo digno; la ampliación de los servicios de salud para mantener sanas y productivas a las personas mayores, y hasta la creación de nueva infraestructura en las ciudades, como rampas o transportes públicos adaptados a la disminución de la capacidad de movilidad.

La OMS hace esas y otras observaciones, como la necesidad de transformar la estructura familiar para atender durante más tiempo a las y los ancianos y que la sociedad trabaje para erradicar la discriminación contra las personas de edad avanzada, ya sean prejuicios, actitudes, prácticas o políticas; inclusive, ese organismo advierte que, en la actualidad, podría haber más discriminación en el mundo por razones de edad que por preferencia sexual o raza.

Observa a tu alrededor: ¿hay rampas y grúas para que un adulto mayor pueda moverse sin dificultad por la ciudad?, ¿hay suficientes especialistas para atender las enfermedades de los mayores de 60 años?, ¿una persona de 50 años tiene las mismas oportunidades laborales que alguien de 30?, ¿cómo son tratados los ancianos de tu familia y en qué condiciones viven? Sí, todas esas son tareas pendientes de la sociedad en su conjunto.

Sólo como ejemplo: la OMS recomienda que debe haber un geriatra por cada 5 000 personas, pero en México sólo hay cerca de 400 de estos profesionales certificados por el Consejo Mexicano de esa especialidad, lo que equivale a uno por cada 29 000 personas adultas mayores. ¿Quién te va a atender a ti dentro de 30 años?

Un dato más: apenas 33.6 % de la población de más de 60 años está ocupada, de acuerdo con la Encuesta nacional de ocupación y empleo, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Ese número tendría que duplicarse en el 2050.

¿Tienes planes para retirarte a los 60 años o antes? Piénsalo bien, porque eso podría salir más caro de lo que parece e, incluso, aburrido, porque estarías inactivo muchos años de tu vida, prácticamente los mismos que pasaste entre el jardín de niños y la universidad. O, en un escenario más duro, un hijo tendría que ver por sus padres esa misma cantidad de tiempo, en la que también deberá velar por la educación de sus propios hijos, con ello, la carga en cuidados y gastos para las siguientes generaciones se duplicará si no se toman medidas desde ahora.

Y esto es una tendencia global. Estamos en la antesala de una de las transformaciones sociales más importantes en la historia porque, además, la población mundial envejece más rápido que nunca. De acuerdo con la OMS, en el 2000 había 607 millones de personas mayores de 60 años, cifra que creció 48 % en 5 años, pues llegó a 901 millones en 2015. La tendencia indica que entre 2015 y 2030, esa cifra crecerá a 56 %, llegando así a 1  400 millones de personas adultas mayores en el mundo.

La OMS y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) calculan que para el 2050 habrá alrededor de 2 100 millones de habitantes adultos mayores en el planeta.

ENVEJECER MEJOR

El Continente Americano es una de las regiones del mundo que más ha envejecido en los últimos años y esa tendencia seguirá en las siguientes décadas. La Organización Panamericana de la Salud (PAHO, por sus siglas en inglés) indica que en 2006 había 50 millones de personas mayores de 60 años, pero calcula que en 2025 esa cifra se duplique. Con esa tendencia, para 2050 habría un adulto mayor por cada 4 habitantes, cuando el promedio mundial sería de 1 por cada 5.

Así, más de 80 % de las personas que nazcan hoy en América, vivirán más 60 años y, de estas, 42 % pasarán de los 80. De acuerdo con la ONU, el país con la población más envejecida en el Continente Americano es Canadá; pero en los próximos años serán las precarias economías caribeñas de países como Cuba, Barbados y Martinica las que tomarán la delantera.

Una mala noticia es que América no es el mejor lugar para envejecer. De acuerdo con el Global AgeWatch Index, elaborado por la organización HelpAge International, que mide la seguridad económica, salud, capacidades y entorno disponibles en 96 países, Europa es el continente que lleva la delantera en todos esos rubros.

El estudio indica que los mejores lugares para envejecer son Suiza, Noruega, Suecia y Alemania, seguidos de Canadá, Holanda, Islandia, Japón, Estados Unidos y el Reino Unido.
En contraste, los peores países para envejecer son Pakistán, Gaza, Mozambique, Malawi y Afganistán, que ocupan los puestos 92 a 96 del ranking, respectivamente.

En cuanto a los países de Latinoamérica, Panamá ocupa el puesto 20, seguido por Chile en el 21, Uruguay en el 27, Costa Rica en el 28 y Argentina en el 31. México se encuentra hasta la posición número 33 de 96, y ocupa el sexto lugar de la región.
En el presente, nuestro país no está en los peores lugares del mundo para envejecer, pero si desde ahora no se toman medidas, podría ir retrocediendo lugares en el ranking.

Al igual que la mayor parte del mundo, los mexicanos cada vez se mueren más viejos. Por ejemplo, en 2014 murieron alrededor de 633 000 personas en el país, de las cuales, 63.8 % eran mayores de 60 años.

En nuestro país, 55.6 % de las muertes de los mayores de 60 años se debe sólo a seis enfermedades crónico-degenerativas: la diabetes mellitus, enfermedades isquémicas del corazón, padecimientos cerebrovasculares; malestares crónicos de las vías respiratorias inferiores, enfermedades hipertensivas y padecimientos del hígado.

La discriminación, lamentablemente, también es un problema que enfrentan las personas de edad avanzada en México.
El Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam), en su documento Por una cultura del envejecimiento, señala que en México se suele etiquetar al adulto mayor con atributos negativos de improductividad, ineficiencia, enfermedad y decadencia en general, esto los mantiene segregados de oportunidades de empleo, emprendimiento y desarrollo pleno.00
La OMS indica que, en la edad avanzada, la salud no debe definirse solamente como la ausencia de enfermedad, sino que todos los adultos mayores puedan gozar de buena salud y continuar con las actividades que les interesen.

“A menudo, el gasto social y sanitario dedicado a las y los ancianos se considera un costo para la sociedad cuando, en realidad, debe entenderse como una inversión que permite ofrecerles la oportunidad de seguir realizando numerosas contribuciones positivas”, señala el organismo en su Informe mundial sobre el envejecimiento y la salud.

Ante esto, la OMS advierte que algunos países deben partir desde cero para establecer sistemas de salud que atiendan esta nueva conformación de la población, mientras que otros deben reformular sus servicios de atención crónica.
El mundo envejece y debe prepararse para eso. Tú vivirás en un mundo más envejecido, ¿cómo vas a prepararte?

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