Ante la incertidumbre de una posible deportación masiva de mexicanos que radican en Estados Unidos, diversas universidades del país, así como el Gobierno federal, elaboran planes de acción para apoyar a estudiantes y académicos.
Del 13 al 15 de febrero, el Senado de la República tendrá una serie de audiencias en el marco de la iniciativa preferencial que envió el presidente Enrique Peña Nieto para facilitar el ingreso al sistema educativo de estudiantes deportados de Estados Unidos.
Los legisladores tienen hasta un mes para aprobar dicha iniciativa, pero por la urgencia, se prevé que sea en menos de tres semanas.
La Universidad Nacional Autónoma de México implementó siete medidas entre las cuales se encuentra una carta que incluye las 39 universidades estadounidenses con las que se tiene convenio para que, en caso de que algún estudiante sea deportado, pueda ser recibido por la máxima casa de estudios o sirva de puente con alguna otra institución incorporada para que continúe sus estudios.
Por su parte, la Universidad Iberoamericana dijo que tiene la capacidad de recibir hasta a 1 500 alumnos becados al 100 % bajo el programa “Si quieres puedes”, en el que también se facilitarán los trámites para estudiar en la institución.