- Álvarez Máynez, en menos de 12 horas de ser ungido, se convirtió en un factor de división entre los gobernadores emecistas. Mientras se convirtió en la “corcholata fosfo-fosfo” de Samuel García, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro califió el destape como “absurdo”
Movimiento Ciudadano tardó más de dos décadas en impulsar un precandidato a la presidencia emanado de sus filas y al conseguirlo, reventó su frágil unidad al grado de profundizar las diferencias entre el dirigente histórico, Dante Delgado y el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro.
La precandidatura única de Jorge Álvarez Máynez está sostenida sobre alfileres. Hasta donde se sabe está en riesgo de ser impugnada ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, ya que violenta la convocatoria emitida por Movimiento Ciudadano.
Su proceso fue impugnado y no ha sido resuelto por el partido y en lugar de resolver el conflicto lo extienden. De ser impugnado, Álvarez Máynez puede correr el mismo riesgo de Samuel García.
Aunque Jorge Álvarez es el candidato oficial de Dante Delgado, rompió la institucionalidad y dio paso al choque interno.
Álvarez Máynez, en menos de 12 horas de ser ungido, se convirtió en un factor de división entre los gobernadores emecistas. Mientras se convirtió en la “corcholata fosfo-fosfo” de Samuel García, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro califió el destape como “absurdo”.
El gobernador jalisciense señaló: “Quienes usan la idea de lo nuevo para disfrazar lo absurdo, los que nos metieron en el callejón de la banalidad, el callejón de la no política, no son los líderes de este proyecto ni mucho menos del movimiento social que construimos en Jalisco”.
La cúpula emecista aunque tiene enfrente, el choque con Enrique Alfaro y una impugnación en ciernes en el TEPJF, la “corcholata fosfo-fosfo” dividió al grupo político de Jalisco, del que lo acompañaron en su registro Clemente Castañeda, Pablo Lemus y Verónica Delgadillo, con ello mandó el mensaje a Alfaro de estar con su precandidatura o va el aislamiento.
El trasfondo del choque entre Enrique Alfaro y Samuel García es más complejo, ya que sus estructuras de partido en las entidades deben trabajar en la consolidación de Jorge Álvarez; sin embargo, al encontrarse en disputa, el capital político de Samuel García se queda corto para llevar un precandidato a niveles altos de popularidad y de trabajo para superar el ocho por ciento que tiene en las recientes encuestas.
Mientras que Enrique Alfaro simplemente con no mover lo conquistado en Jalisco es suficiente para evitar que Álvarez Máynez consiga mayor aceptación. Movimiento Ciudadano se encuentra en una crisis severa de liderazgos y de unidad en la que será crucial en los próximos días para la precampaña presidencial.
Dante Delgado no midió el factor Alfaro como punto de inflexión negativa para su nueva estrategia y su propia corcholata. Las dos corrientes que eran su carta presentación Jalisco y Nuevo León se encuentran divididas y a un paso de tensar la vida interna del movimiento.
El partido jamás se preparó para tener un abanderado presidencial, su dependencia al PRD durante 12 años, atrofió la vida interna del partido y la construcción de nuevos liderazgos. Por ello es que Dante Delgado no se retira del partido, ya que como los caudillos del viejo PRI, necesita mangonear su partido y, ahora, encumbrar a su “corcholata”, aunque está a un paso de la impugnación.