Revista Cambio

Superciudadanos

“Y  retiemble en sus centros la tierra”, dice un verso del himno nacional, sólo que en lugar de que la causa fuese un cañón, se trató de un sismo. Y otra vez, como sucedió hace 32 años, también un 19 de septiembre, el terremoto no sólo sacudió casas, edificios, centros comerciales: agitó la apatía e indiferencia con la que muchos transitamos por la vida.

Si seguimos con el himno, compuesto por Francisco González Bocanegra a petición de Antonio López de Santa Ana, encontramos quizá el verso más conocido: “Un soldado en cada hijo te dio”. Sin embargo, en 2017 estos soldados estuvieron armados con tecnología; su fúsil en muchos casos fue su propio teléfono celular, desde donde convocaron para la ayuda y solidaridad.

Son las iniciativas ciudadanas, que ante la necesidad de la emergencia, comenzaron a organizarse desde la espontaneidad. Sus iniciadores no son expertos en política, ni activistas o anarquistas que tiraron al gobierno por la borda. Son personas normales, con trabajo diversos que tuvieron a su alcance la posibilidad ayudar a otros, y lo hicieron.

Muebletón

Probablemente, después de conseguir un nuevo hogar, la parte más difícil es acondicionar este lugar con todos los muebles y menaje, desde vasos y cucharas hasta camas o refrigerador.

Amaranta Olvera, una editora literaria de 32 años, sabe lo que esto significa. En 2011, el río De los Remedios, cercano a su casa en la zona de Aragón, se desbordó por las intensas lluvias. Su casa quedó bajo el agua. Cuando la anegación se había ido, los muebles, ropa y electrodomésticos estaban inservibles. Entonces, un amigo de la familia la invitó a su casa y le regaló cuatro palabras que, seis años después, se convertirían en el motor del Muebletón: “Toma lo que quieras”.

“Ese día regresé a mi casa con un futón y un escritorio. Pero lo principal fue el gesto de sentirse apoyado”, dice Amaranta.

Por eso, el 20 de septiembre, un día después del sismo, Amaranta convocó, vía redes sociales, para la donación de muebles en buen estado. La respuesta ha sido sobrecogedora: más de 600 personas han llenado el formulario con el propósito de donar muebles.

“Hay personas que donan un mueble y hay quienes han donado todo su menaje porque están viviendo en otra parte”, dice Amaranta.

Pero la joven no está sola en el Muebletón, poco a poco se han sumado voluntarios, con asignaciones específicas, como diseño gráfico, coordinación y logística, entre otras cuestiones.

“El Muebletón es una iniciativa de mediano y largo plazo, cuya actividad se intensificará en unas semanas. Cuando la gente que se quedó sin hogar encuentre un nuevo sitio para mudarse, ahí estaremos”, dice Amaranta.

Si deseas contactar a Muebletón, puedes hacerlo en www.muebleton.mx o mediante Twitter en @MuebletonMexico. Cualquier persona puede ver en dónde se requiere ayuda y en dónde hay donaciones; las donaciones concluidas consúltalas en este mapa http://bit.ly/2g1o4RI

#RentaSolidaria

Las redes sociales han sido tierra fértil, pues vieron nacer las iniciativas ciudadanas. Twitter y Facebook, en especial, ofrecen dos ingredientes vitales para responder en tiempo de emergencia: alcance e inmediatez.

#RentaSolidaria, la iniciativa detrás de @Hogar19mx, no es la excepción. Con más de un millón de impresiones digitales (vistas de los posts), a través de este hashtag siete familias que perdieron sus casas han encontrado un nuevo hogar, con facilidades que van desde rentas bajas, hasta pago de depósito reducido o diferido, o sin necesidad de aval, entre otros beneficios.

La crisis desatada por el temblor “nos ha ayudado a demostrarnos nuestra capacidad de entrega. Podemos crear redes de ayuda, que más allá de la desgracia, nos permitan mejorar al país”, dice Óscar Campos, vocero de #RentaSolidaria.

“El gobierno es como un trasatlántico y por su mismo tamaño se mueve lentamente. En cambio, las iniciativas ciudadanas, que atienden necesidades muy puntuales, son mucho más ágiles. Esta es una buena oportunidad para ser corresponsables de nuestro propio bienestar”, añade Campos.

Para consultar los lugares disponibles de #RentaSolidaria, accede a la página: http://bit.ly/2gs1fqR

Trabajadores en riesgo

El 20 de septiembre, cuando aún el susto del temblor seguía en la piel, empleados gubernamentales y de la iniciativa privada filtraban a amigos y redes sociales fotos de sus centros de trabajo visiblemente afectados por el sismo, junto a exclamaciones de que se encontraban ahí coaccionados por sus superiores.

Amenazas de descontarles el día o, incluso, despedirlos fueron utilizadas para obligarlos a no ausentarse, aun sin que Protección Civil hubiese revisados los inmuebles.

Entonces, Diego Bautista, maestro de la Facultad de Filosofía de la UNAM, y ocho amigos más comenzaron a recoger estas quejas para después enviarlas a la Secretaría de Trabajo y Previsión Social. A esta iniciativa la llamaron Trabajadores en Riesgo, y se les puede contactar tanto por Facebook como en Twitter.

“A la fecha, hemos recibido más de 2000 quejas anónimas correspondientes a 1 261 centros de trabajo”, dice Diego Bautista Paez.

Tiendas departamentales, empresas de servicios públicos y privados, escuelas, hospitales y hasta la penitenciaria de la Ciudad de México se encuentran en la lista de centros de trabajo reportados ante Trabajadores en Riesgo. Puedes consultar la ubicación y el testimonio de cada caso en tiempo real en: http://bit.ly/2g7Ur4Q

De acuerdo con el informe que ha recopilado Trabajadores en Riesgo, a 92.5 % de los empleados se les pidió ir a trabajar al día siguiente del sismo, 89.4 % se siente inseguro de ir a trabajar, únicamente 27.6 % afirma que no sufrió condicionamiento por sus superiores para asistir a trabajar; a sólo 10.6% la empresa para la que labora le mostró un documento que certifique la seguridad de las instalaciones donde llevan a cabo sus actividades.