Periodismo imprescindible Viernes 22 de Noviembre 2024

Un millón de actos azules

Sabemos que al ver esos videos 
de las playas repletas de plásticos o animales atrapados por culpa de nuestra basura se te puso el ojito Remi, y le diste ‘me enoja’ o ‘me entristece’ antes de compartirlo con tus mejores frases de indignación, pero ¿sabías que puedes hacer mucho más que eso? Greenpeace te dice cómo hay más de un millón de acciones cotidianas que pueden convertirte en un héroe de los siete mares
05 de Agosto 2018
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Es fácil sentirnos abrumados y frustrados cuando vemos imágenes lastimeras de animales marinos que han muerto por tener plástico en su estómago. La frustración nos atrapa porque parece una lucha más difícil que la de David contra Goliat, y es que la realidad nos estampa en la cara que en nuestra vida cotidiana estamos rodeados de productos de plástico de un solo uso y no tenemos otras alternativas o, al menos, no están al alcance de todas las personas.

Así, los esfuerzos por reducir nuestra huella de plástico y reciclarlo son admirables e importantes, pero, a menudo, nos imponen popotes, bolsas, botellas y envases de este material antes de que tengamos oportunidad de rechazarlo. También, lo cierto es que a veces necesitamos productos que sólo se ofrecen en paquetes de plástico y no es muy práctico ir siempre armado con un kit de frascos de vidrio en nuestra mochila por si tenemos que pasar a comprar la despensa después del trabajo.

Somos una máquina descompuesta, atascada con plástico, ¡y quienes la controlan no la apagarán! La buena noticia es que, tal como lo dice la organización internacional Greenpeace en su campaña “Un millón de actos azules”, todos juntos podemos arreglarlo. ¿Cómo? Pues este es el plan:

Greenpeace, junto con muchas otras organizaciones del movimiento #BreakFreeFromPlastic, realiza una campaña mundial para detener la contaminación por plástico, pero no limpiando las playas y los océanos hasta el fin de los tiempos, sino atacando desde su origen: enfoca las acciones en las empresas que lo producen y los gobiernos que no regulan dicha fabricación.

Hay un movimiento cada vez más grande de personas que rechazan la vieja narrativa de que los plásticos desechables son inevitables y que depende de cada individuo hacer cambios en sus vidas diarias con el propósito de resolver la epidemia de plástico. Lo cierto es que sí, nosotros debemos dejar de consumirlos, aunque también podemos exigir que se dejen de producir.

Con “Un millón de actos azules”, Greenpeace busca una vez más salir en defensa del planeta con el fin de generar el verdadero cambio que nos asegure un futuro libre de plagas, uno más saludable para nuestras familias, nuestras comunidades y las especies de todo el planeta.

Así, mediante una campaña en la que las y los ciudadanos se dirijan concretamente a las compañías que generan más plástico y a los gobiernos para exigir marcos legislativos que regulen esto y frenen la contaminación, se busca que seamos todas las personas las que nos convirtamos en rescatadores de la vida en los océanos.

Se trata de exigir a gobiernos y empresas que tomen medidas energéticas como parte de un cambio en el estilo de vida de toda una generación presente y muchas futuras con siete acciones básicas:

1.Aprende, comparte y únete

Si eres maestro, estudiante o simplemente una persona interesada que desea aprender más sobre la contaminación plástica, Greenpeace te facilita a través de su sitio web algunos recursos con el objetivo de ayudarte a dar una presentación que inspire a tus alumnos, compañeros o tu comunidad para unirse al movimiento y tener una vida sin plásticos.

2.Envía cartas

Sí, a mí me la enviaron. Y es que los medios tradicionales –como periódicos, televisión, revistas, radio y por supuesto los más nuevos en formato digital– siguen siendo algunas de las mejores opciones para llegar a un gran número de gente, pero muchas veces nosotros, los editores, estamos enfocados sólo en denunciar problemáticas y no en proponer soluciones. Por ello, si tú envías cartas a más editores, como la que yo recibí, esto puede ser una forma efectiva de compartir información con otras personas de tu región.

3.Haz que los supermercados 
no usen plástico

Los supermercados son un punto de venta de plásticos de un solo uso. Hay muchas maneras de influir en tu tienda local de comestibles o en una importante cadena de tiendas de autoservicio. Hacer que los supermercados estén libres de plásticos puede darles el incentivo que necesitan para avanzar en la dirección correcta.

4.Haz que los restaurantes y cafeterías se deshagan de los plásticos de un solo uso

Un movimiento cada vez mayor está instando a las cadenas de comida rápida, restaurantes y cafeterías a que dejen de ofrecer plásticos de un solo uso a sus clientes. No subestimes el poder de cambiar un solo lugar. ¡Puedes alentar o presionar a otras empresas con el fin de que sigan el ejemplo!

5. Lobby para la prohibición de plásticos de un solo uso

Cuando las personas piensan en el cabildeo, pueden llegar a pensar en grupos de presión pagados por la industria, pero cada individuo tiene derecho a compartir su opinión. El cabildeo es una estrategia efectiva si se desea influir en la opinión y obtener el apoyo de los funcionarios electos en todos los niveles del gobierno.

6.Organiza una limpieza comunitaria con auditoría de marcas

Mediante las auditorías de marca, el movimiento #BreakFreeFromPlastic responsabiliza a las corporaciones e impulsa un llamado a la innovación en el envasado de productos y a la gestión de residuos.

7.Organiza un grupo comunitario para un futuro sin plásticos

Con el propósito de detener la contaminación plástica desde su origen, debemos construir un movimiento impulsado por personas suficientemente fuertes para desafiar la mentalidad de la cultura de usar y tirar. Sensibiliza a tu comunidad de modo que, juntos, logren el cambio.

Con estas sencillas pero contundentes acciones tal vez algún día podamos concentrarnos sólo en la belleza que caracteriza a los océanos y la vida que albergan, y no tengamos nunca más que poner un “me enoja” ni menos un “me entristece” cuando en nuestro muro aparezcan imágenes de animales marinos. No sé, piénsalo.

*Con información de la campaña “Un millón de actos azules” de Greenpeace.org

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