POR ELIZABETH SANTANA
Cuando me relaciono con las personas lo hago porque compartimos un gusto, porque me divierto, porque sus ideas me alimentan o porque sus valores y sentimientos hacia la vida me atraen. Nunca cuestiono cuál es su preferencia sexual, pues considero que es algo privado o íntimo, o bien, porque simplemente no es un tema que esté a votación u aprobación y ya.
Sin embargo, estoy consciente de lo complejo que esto puede ser para algunas personas, ya que a raíz de sus preferencias han sido víctimas de violencia, no sólo física, sino emocional; por ejemplo, cuando tienen que ocultar a sus familiares sus gustos porque saben que serán desaprobados, o porque en muchas ocasiones quienes se decían ser sus amistades los aíslan o les dejan de hablar.
El rechazo a las familias diversas aún es una constante. Ely y Pao, fundadoras de Rauda Bicimensajería, son pareja, y me contaron cómo en una ocasión se vieron afectadas por los prejuicios de sus vecinos, quienes no sólo las catalogaron de “mujeres solas”, sino que las atacaron a golpes obligándolas a abandonar el inmueble. Aunado a ello, si se toman de la mano o se dan un beso, reciben miradas reprobatorias.
De acuerdo con Pao, aunque el gobierno pretende cambiar la mentalidad de la sociedad con anuncios en el metro, por ejemplo, aún se maneja una doble moral. No obstante, dice que en el caso de las chicas se han creado círculos de apoyo. Pero piensa que el cambio debería ser desde la familia, la educación básica e incluso la iglesia, porque las parejas diversas merecen respeto.
Para Ely se trata de formas y estilos de vida, puesto que las familias tradicionales (mamá, papá e hijos) no son las únicas; y todos los ejemplos de familias merecen amor, inclusión y respeto, ya que a final de cuentas dichos valores fomentan una sociedad sana y libre de violencia. Y eso se vería a su vez reflejado en distintos grupos sociales, así como entendemos que hay diversas formas de movernos en la CDMX, como peatón, ciclista, automovilista o en transporte público.
Cabe señalar que el hecho de que alguien sea ciclista no significa que no tenga prejuicios o actitudes discriminatorias sobre otros. Aunque, afortunadamente, estar rodeadas de gente que también anda en bicicleta ha generado un espacio más empático, consideran que la fórmula ganadora es estar en un círculo feminista-ciclista, dando lugar a vínculos más fuertes.
Un medio de comunicación independiente que ha abordado esta diversidad de identidad y corporal es Hysteria!, una publicación digital que toca un tema distinto trimestralmente (con actualizaciones mensuales) y que recién celebró su quinto aniversario en La Gozadera (espacio cultural feminista), en donde se ha afrontado que es posible ser libre de elegir el tipo de pareja que quieras, quitando el estigma de que te guste determinado tipo de persona y gozar.
Hysteria! tiene claro que algo que se hace desde el amor y el respeto está bien, independientemente de los cánones por cumplir, puesto que las personas, parejas y familias diversas tienen derechos y posibilidades de sentirse amadas y deseadas.
*Periodista. Autora de Rodada 2.0, marca que celebra la inclusión de la bici como estilo de vida en todas sus modalidades.
@ElixMorgana