Central de Corretajes (Cencor) presentó el 29 de octubre de 2015, ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), una solicitud de concesión para operar una nueva bolsa de valores, tras presentarse la reforma financiera. Es así como nace la Bolsa Institucional de Valores, mejor conocida como BIVA, la cual pretende iniciar operaciones en el segundo trimestre de 2017.
BIVA competirá por el 30 % de los ingresos totales de la Bolsa Mexicana de Valores, única bolsa mexicana existente… hasta el día de hoy. Este nuevo modelo de negocio en nuestro país plantea que desde el primer día de operación todos los valores se puedan negociar en cualquiera de las dos bolsas, así las empresas tendrán un mayor campo de elección. Además, BIVA contará con tecnología provista por Nasdaq, líder mundial en plataformas de negociación, por lo que se espera una mayor atracción a nueva inversión.
Se ha planteado la posibilidad de incrementar las empresas que cotizan en este mercado para el 2020 hasta más del doble de las emisoras actuales. Es una forma en la cual la cultura bursátil puede llegar a las empresas en México y acceder a un financiamiento adecuado a nuestra realidad y a mucho mejor costo que las soluciones existentes del mercado, que comparativamente llegan a ser hasta 10 veces más caras que en nuestro vecino del norte. Sin lugar a dudas es un inicio para terminar con un monopolio en este sector y ofrecer, a más empresas mexicanas, herramientas financieras que podrían detonar un crecimiento económico.
Si hablamos en términos comparativos con otras bolsas de países similares como Brasil, Colombia o Chile, nos quedamos muy lejos del número de emisoras con las que cuentan esos países, aunque las empresas que tenemos son algunas de las más grandes del mundo y cotizan también en la Bolsa de Nueva York. La entrada de una segunda bolsa atrae la atención de una centena de empresas nuevas que se podrían enlistar, hacer gobierno corporativo, asi como otros tantos beneficios de tener acceso a financiamiento distinto al que los empresarios están acostumbrados. La falta de cultura bursátil, tanto en los inversionistas como en las empresas que buscan financiamiento, podría dar paso a un nuevo escenario de crecimiento económico, empleos, inversionistas y un lugar adicional para los ahorradores que buscan un IPC que pueda romper el techo de los 49 000 puntos.
Sin embargo, la solicitud para operar BIVA ha originado argumentos a favor y en contra. Por un lado, se cree que al contar con dos bolsas de valores se le brindará una mayor continuidad al mercado, ya que si cae una, la otra podría seguir en operaciones. De igual manera, se argumenta que con BIVA se reducirían los costos de transacción y se brindaría mayor competencia, aumentando así los recursos que ayudan a fortalecer la economía mexicana.
No obstante, por otro lado, se argumenta que la existencia de dos bolsas no garantiza que más empresas se listen, ya que operar con dos mercados bursátiles resulta más complicado, por lo que no necesariamente se acrecentará el tamaño del mercado.
*Asesor financiero especializado en fintech y coaching financiero.
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