Periodismo imprescindible Jueves 26 de Diciembre 2024

De guitarras y otros amores

Historiadores árabes y españoles siguen sin ponerse de acuerdo en torno a cuál de los dos pueblos se le debe atribuir la invención de la guitarra, pero lo cierto es que su dominio en muchos países se volvió parte de la cultura, folclor y tradiciones.
17 de Abril 2017
Rogelio Segoviano
Rogelio Segoviano

Hasta la fecha, historiadores árabes y españoles siguen sin ponerse de acuerdo en torno a cuál de los dos pueblos se le debe atribuir la invención de la guitarra. Los árabes dicen que ellos llevaron la idea del instrumento a la Península Ibérica cuando los musulmanes del califato de Omaya conquistaron el reino visigodo en el siglo VIII. Por su parte, los hispánicos aseguran que fueron sus lauderos quienes la desarrollaron en la época en que, ciertamente, estaban invadidos por los moros, pero que ellos inventaron la guitarra inspirándose en otros instrumentos de cuerdas que ya había en Europa.

“Haiga sido como haiga sido”, lo cierto es que a principios del siglo XIV, en los albores del Renacimiento, la guitarra comenzó a tener un éxito sorprendente en muchos países de Europa, principalmente en Francia y España, y los compositores empezaron a tomarla en cuenta a la hora de crear sus melodías. Se dice que cuando los españoles trajeron la guitarra al continente americano, de inmediato fue bien recibida por los habitantes de los pueblos colonizados.

Así, luego de muchas generaciones de músicos empíricos y académicos, su dominio fue tan común, que en muchos países se volvió parte de la cultura, folclor y tradiciones.

La siguiente gran transformación de la guitarra se dio en la primera mitad de los años 30, cuando el estadounidense Leo Fender creó la primera guitarra eléctrica. Sin embargo, en ese momento Fender jamás pensó que su invento fuera a gustarle a muchas personas ni a ser el pilar de futuras corrientes musicales, por lo que se concentró en realizar demostraciones en ferias científicas. Pero ya que vio que otros sacaban provecho de su invento, también comenzó a fabricar guitarras eléctricas en forma masiva.

Entre quienes sí tuvieron esa visión comercial que a Fender le faltó en un primer momento, estaban Elmer Folker y George Beauchamp, quienes desarrollaron sus propios modelos de guitarras eléctricas y fundaron la marca Rickenbacker que tuvo ventas regulares hasta la década de los 50. Luego, ya en los 60, sus ventas se dispararon al cielo cuando los músicos de una nueva banda de rock originaria de Liverpool, en Inglaterra (y que se hacían llamar Los Beatles), eligieron esas guitarras para salir al escenario a tocar. Al darse cuenta de que jóvenes de todo el mundo enloquecía con ellos, Rickenbacker tuvo el acierto de personalizar las liras de John Lennon, George Harrison y Paul McCartney.

Y ya que de personalización de guitarras hablamos, la que quizá sea la más famosa de todas es “Lucille”, la guitarra de B.B. King, considerado el mejor músico de blues de todos los tiempos y miembro destacado del Salón de la Fama del Rock.

A finales de los 60, cuando B.B. King adquirió una guitarra Gibson ES-335, se sintió tan a gusto que ya no la quiso dejar. Además, la llegada del instrumento coincidió con una racha de trabajo que lo llevó a ofrecer hasta 300 conciertos al año. No había lugar, por pequeño que fuera, al que el músico no fuera a tocar con su banda y su Gibson ES-335. Un día, en un bar de Arkansas en donde se presentaba, dos tipos comenzaron una riña que culminó con el incendio del lugar. Todos fueron evacuados, pero al darse cuenta de que no llevaba su guitarra con él, B.B. King regresó por ella y estuvo a punto de morir. Pasado el susto, el músico se encontró con los sujetos que habían iniciado todo. Ellos se disculparon y él les preguntó por qué peleaban: “Por el amor de Lucille, señor, la chica más hermosa que haya visto”, dijo uno de ellos. Desde ese momento B.B. King hizo suyo ese nombre para su guitarra. Y el romance con “Lucille” continuó hasta el último de sus días.

 

*Rogelio Segoviano. Periodista especializado en cultura.

@rogersegoviano.

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