Revista Cambio

Dobleces

El intempestivo relevo en la dirección de Agencia Nacional de Aduanas de México, con la salida de Rafael Marín Mollinedo, se debe a la insostenible situación de corrupción y tráfico de influencias en las que estuvo involucrado, al interior de la agencia nacional de aduanas, el ahora, embajador de México ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).

El presidente Andrés Manuel López Obrador llevó a cabo en enroque en la dirección de la Agencia Nacional de Aduanas de México, luego del destape de un caso escandaloso de huachicol transfronterizo. Para asegurar el hermetismo en esta dependencia nombró al general en retiro André Foullón, exsubsecretario de la Defensa Nacional, como nuevo director y de paso abre la opción de militarizar las aduanas.

Rafael Marín Mollinedo, director de la ANAM, llegó en sustitución de Horacio Duarte, pero sin talento y una cauda de arreglos y pifias en áreas sensibles como la financiera. Además de que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ya traía en ciernes una investigación sobre el tráfico de huachicol transfronterizo, en la que todo apunta al senador morenista José Ramón Gómez Leal, quien enfrentaría acusaciones por supuestas participaciones en actividades ilícitas relacionadas con el huachicol y contrabando en el país.

De acuerdo con la información recabada en la investigación, el senador morenistas forma parte de una red de acuerdos directos de Marín Mollinedo a través de su operador Tonatiuh Márquez Hernández, quien fungía anteriormente como director general de Recaudación en la dependencia, y quien es el enlace directo de Gómez Leal. Y es que su base de operaciones es la aduana de Nuevo Laredo, donde se registra un alto índice de contrabando de gasolina robada, hecho que facilitaría el huachicol transfronterizo. Además, es zona de influencia política de Gómez Leal.

De acuerdo con la indagatoria Gómez Leal es cuñado del exgobernador Francisco Javier Cabeza de Vaca, en su paso como delegado de Programas de Desarrollo en Tamaulipas ya había sido señalado por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda.
Es por ello, que el movimiento para sacar a Rafael Marín Mollinedo, de la dirección de aduanas se aceleró para disolver parte del escándalo que comenzó a amenazar puestos clave. Con la presencia de un militar, la relación de fuerzas al interior de la dependencia da un giro y la presencia del senador se reduce. Al tiempo que se le da un espacio a enfriar las investigaciones.

La llegada del general de división en retiro André Foullón van Lissum, quien se desempeñó como subsecretario de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ya bajo la gestión del general Luis Cresencio Sandoval fue de los militares que se encontraron en la lista de candidatos a secretario de la defensa en tiempos de la cuatroté. Ahora, le da un puesto en el que se requiere limpiar el paso de Marín Mollinedo y la influencia del senador Gómez Leal.

En el inicio de la recta final del sexenio, el presidente confirma que el paso de Marín Mollinedo no fue el más sólido, tiene el informe de que aún hay contrabando, tráfico de drogas y evasión fiscal, por ello es que vuelve a militarizar un área sensible para el país.