Noventa por ciento de la basura que flota en los océanos es plástico, y se calcula que durante el 2025 habrá más de 150 millones de toneladas de desechos de este material. Los arrecifes de coral son de los más afectados, y algunas estimaciones dicen que para 2050 podrían morir 90 % de ellos si no se toman acciones contundentes. ¿Por qué esto importa? Bueno, pues porque prácticamente toda la vida del mar depende de la biodiversidad que se genera en los arrecifes.
La lista de problemas que enfrentan los mares en el siglo XXI podría ser interminable, y mientras yo te digo cómo además de la basura, el mar tiene que sobrevivir al cambio climático, la contaminación por derrames petroleros, la sobreexplotación a través de una pesca no sostenible y otros cientos de factores, tú tal vez estés enojado, llorando y sin saber cómo puedes ayudar.
Y es que, incluso si eres un ciudadano consciente, de esos que hay muy pocos, que casi ha eliminado el plástico de su vida, que siempre trata de manejar adecuadamente sus residuos, que es respetuoso con los ecosistemas cuando viaja y que nunca ha nadado con delfines, lo cierto es que casi cualquier consumo cotidiano en nuestro actual estilo de vida impacta de manera negativa en el planeta.
¿Qué hacemos entonces? ¡Paren el mundo que nos queremos bajar! No podemos instalarnos en mood Mafalda y deprimirnos, por ello en esta edición compartimos contigo algunas historias inspiradoras de ciudadanos, organizaciones y empresas que ya están haciendo algo concreto y muy tangible para que salvar la vida en los mares no se limite a dejar de pedir popotes en tus cocteles.
Por cierto, hablamos con algunas personas y les preguntamos por qué disfrutan tanto el uso de este objeto aparentemente innecesario pero que tantas personas extrañan ahora que algunas cadenas de restaurantes han decidido dejar de usarlo. Encontramos varias sorpresas en sus respuestas, y en este número te las presentamos.
Nos inspiró bastante también conocer a algunos emprendimientos y pequeños comerciantes que ya han tomado la iniciativa de promover el comercio sin plástico, y además te compartimos una guía de acciones que tú mismo puedes arrancar desde el momento en el que termines de leer estas líneas.
¿Sabías que el Arrecife Mesoamericano es el segundo mayor ecosistema coralino del mundo y se extiende a lo largo de 1 000 kilómetros de costas que pasan por los territorios de Belice, Guatemala, Honduras y México? Pues sí, y el coral es uno de los organismos que más sufre con el impacto al medio ambiente provocado por el calentamiento global o el turismo descontrolado, ya que si aumenta la temperatura del mar, el coral se blanquea a consecuencia del estrés hídrico y, posteriormente, muere.
De este arrecife depende la existencia de 2.5 millones de especies de manera directa y la economía de alrededor de un millón de personas, algo muy grande para un organismo tan delicado que sirve de enlace entre lo animal, lo vegetal y lo mineral, pero que ha perdido 75 % de su densidad. Roberto Cerda se dio cuenta de esto y quiso contribuir mediante realidad virtual, y aquí te traemos su historia.
La semana pasada, las redes sociales se llenaron de imágenes, datos e infografías que nos informaban que nuestro planeta ya está viviendo “a crédito”, por decirlo de alguna manera. Entonces, como no queremos que esta gran deuda, que ya tenemos encima todas las personas, se sume a las que tal vez te anden quitando el sueño, pues mejor te damos alternativas para que tú seas parte de la solución, una parte muy importante.