Revista Cambio

El libro más raro

Por Rogelio Segoviano

Con la ficha de registro MS-408, en una bóveda de máxima seguridad del área de libros raros de la Biblioteca Beinecke de la Universidad de Yale, está archivado un misterioso documento que data de principios del siglo XV, el cual está escrito de manera críptica en una extraña e indescifrable lengua de la que no existe la menor referencia en ninguna parte de este planeta. Para algunos, se trata de una especie de compendio bizarro de botánica, ciencia y astronomía elaborado por un alquimista en los albores del Renacimiento.

El libro es conocido como Manuscrito Voynich y debe su nombre al polaco Wilfrid Voynich, un comerciante de libros antiguos que en 1912 lo compró en una biblioteca jesuita, cerca de Roma. Durante más de cien años, científicos y académicos de todo el mundo han intentado, sin éxito, entender las 240 páginas de este pergamino plagado de perturbadores dibujos, mapas e ilustraciones de lo que parecen plantas exóticas, animales desconocidos y sistemas planetarios de los cuales no hay registro.

Aún con los más sofisticados adelantos tecnológicos al servicio de la CIA y la NASA, lo más que se ha podido especular es que este misterioso códice tiene su origen en el norte de Italia; que fue realizado entre los años 1404 y 1438 (según las pruebas de Carbono 14), y que apenas una de sus miles y miles de frases y símbolos podría significar la palabra “cilantro”. El Manuscrito Voynich ha sido estudiado por lingüístas y criptógrafos de todo el mundo, incluidos los célebres decodificadores de mensajes en clave que trabajaron en la Segunda Guerra Mundial y descifraron códigos ultra secretos para los gobiernos de Estados Unidos, Rusia, Alemania y la Gran Bretaña, quienes se han declarado maravillados por este trabajo que los rebasa.

Con excepción del ficticio aventurero y arqueólogo Indiana Jones, quien en una de sus películas resolvió el códice para encontrar la piedra filosofal, a la fecha nadie más ha estado cerca de descifrar el Manuscrito Voynich, por lo que se ha convertido en el santo grial de la historia de la criptografía, y no son pocas las leyendas y relatos fantasiosos que se tejen en torno suyo, como que puede ser la obra de un demente y no significa absolutamente nada; la broma cruel de un genio, o una suerte de instructivo extraterrestre para dar a conocer la vida en otros planetas. Y aunque parece un disparate, cada día hay más gente que cree que podría ser cierta esa teoría.

Cabe señalar que desde que fue encontrado por Wilfrid Voynich, al manuscrito se le han perdido unas 28 páginas, y no se sabe quién las tiene. Y si bien el misterioso libro no está a la venta y su valor es incalculable por su antigüedad y todo lo que representa, se dice que hay coleccionistas que llegarían a ofrecer en una subasta hasta 30 millones de dólares por este material.
En 1961 los herederos de Voynich le vendieron el enigmático manuscrito a Hans Peter Kraus – a un costo de 24 500 dólares–, un bibliófilo y comerciante de origen judío, quien en 1969 lo donó a la Universidad de Yale para su preservación y análisis.

A la fecha, el libro por el que más dinero se ha pagado es Codex Leicester, de Leonardo da Vinci, un documento científico de 72 páginas acerca de astronomía, meteorología, hidráulica, cosmología, geología y paleontología. El multimillonario Bill Gates lo compró en 1994 por casi 25 millones de dólares.
¿Verdad que hay cosas más interesantes para coleccionar que los jerseys de Tom Brady, la estrella de la NFL?

*Periodista especializado en cultura.
@rogersegoviano