Revista Cambio

Gatos que saltan alto

Si quieren darle rienda suelta a los pensamientos de que los gatos somos traidores y que en cuanto el otro se voltea le encajamos las uñas, podemos seguir el ejemplo de los líderes nacionales del PRD (Partido de la Revolución Democrática) y del PAN (Partido Acción Nacional) Alejandra Barrales y Ricardo Anaya.

Juntos salieron a hablar de las elecciones presidenciales del 2018 para hacer un llamado a crear un frente opositor contra el Partido Revolucionario Institucional (PRI), lo cual resulta muy extraño porque si hay un partido al cual nadie le teme para la renovación del Poder Ejecutivo es justamente al PRI.

Si bien es cierto que en el pasado los dos partidos han competido juntos en alianza para distintas gubernaturas, ahora no se sabe a ciencia cierta qué plan pueden tener estos dos. Es obvio que uno de los objetivos es hacerle frente a Andrés Manuel López Obrador y no al PRI.

Y si lanzan un candidato en común, obvio que no sería Margarita Zavala, hasta ahora puntera por parte del PAN en las encuestas. Por un lado la estrategia es golpear al enemigo del PRD: AMLO; y por el otro a la enemiga de Anaya, la esposa del expresidente Felipe Calderón.

¿A dónde nos lleva esto? A fortalecer a una figura: la de Ricardo Anaya, quien busca llegar a la grande.

De todos son conocidas las estrategias felinas de Anaya, una de ellas es que se aburre pronto de sus puestos porque siempre quiere saltar más alto, aunque en el camino tenga que dejar tendidos a otros compañeros de especie.

Sobre Alejandra Barrales, no se podría decir que se aburre pronto de los puestos, pero sí que le gusta volar alto, cosa que ya probó durante los años que trabajó como aeromoza, pero en esta ocasión no nos referimos a ese tipo de altura ni a ese tipo de vuelo, sino quizá a esa habilidad que tienen los gatos para trepar.

Mi instinto felino me dice que de esos dos no se puede esperar nada bueno, y casi puedo afirmar que uno piensa que está utilizando al otro, pero a final de cuentas los dos van a terminar metiéndose la pata, algo así como cuando un gato va huyendo de algo y de repente sale otro de algún lugar inesperado, le mete la pata y como en cámara lenta lo vemos volar por el aire y luego estrellarse en el piso.

La estrategia de estos dos me deja claro que el camino al 2018 esrtará lleno de tácticas felinas que va a ser muy interesante analizar. Lo que sí debe quedar claro es que el gato o es líder o es seguidor, por eso tenemos que observar muy de cerca esta alianza.

Para ser sinceros, ninguno de los dos se ve como un gato que pueda ser un gran líder, y en el mundo felino no existe la rebelión de las masas ni el gato grande se come al chico. Aquí hay códigos y uno de ellos es el respeto al líder de verdad, ¿estos dos podrán hacerlo?

DharmaTip:

Cuando un gato nuevo llegue a tu casa, no le agarres confianza ni te conmuevas, porque ese será el que al rato tome tu lugar.  

 @dharmaqueen1