Por Rogelio Segoviano
En un acto sin precedentes, el pasado 21 de enero cientos de miles de mujeres salieron a las calles de las principales ciudades del mundo para marchar en contra de Donald Trump, el flamante presidente de Estados Unidos, quien ese mismo día había asumido el cargo en Washington. Fue una impresionante demostración de unión y poder femenino para hacerle sentir al nuevo inquilino de la Casa Blanca que ellas no se sienten nada cómodas con un tipo como él –que ha sido acusado de misoginia, machismo, intolerancia, racismo y abusos, entre otras muchas cosas– al frente de la nación más poderosa del planeta.
Además de los diferentes grupos sociales, en las marchas anti-Trump de cada lugar también participaron cientos de cantantes, actrices, deportistas y celebridades muy conocidas por la gente, con lo cual el evento adquirió todavía mayores dimensiones. Desde Madonna, Charlize Theron, Jane Fonda, Drew Barrymore y Scarlett Johansson, hasta Ariana Grande, Miley Cyrus, Emma Watson, Kristen Stewart y Katy Perry, todas salieron a manifestarse ese día para ser escuchadas.
Todavía en muchas de esas mujeres perduraban las palabras de la gran Meryl Streep al ser homenajeada en la ceremonia de entrega de los premios Globos de Oro, quien calificó al hoy presidente de la Unión Americana de ser una persona torpe, ruin y miserable. Y si bien no era nada que no le hubieran dicho ya antes a Trump, las palabras en voz de la reconocida actriz de Hollywood resultaban verdaderos misiles. Misiles a los que el aludido pretendía responder con balas de salva detonadas por una pistolita de juguete, bajo el argumento de que la 19 veces nominada al premio Óscar estaba muy sobrevalorada y que, según él, ni era tan buena actriz.
Se espera que se realicen más movilizaciones en las calles. También que en esta temporada de premios las celebridades tomen el micrófono y aprovechen para tundir al presidente Donald Trump y su extraña forma de hacer política, siendo la cereza en el pastel la ceremonia de entrega de los premios de la Academia de cine de Hollywood, cuya audiencia por televisión se estima en más de 600 millones de personas en el mundo. No dudamos ni tantito de que los De Niro, los Clooney, los Pitt, los Iñárritu, las Sarandon, las Roberts, las Bullock, las Foster y hasta los “charolastras” Diego y Gael ya estén preparando la “artillería” con la gente que les ayuda a escribir sus breves pero contundentes discursos de esa noche de gala. Ahora si que, como dijera aquel, ¿ustedes qué le dirían a Trump si tuvieran el micrófono en los Óscar?
Y mientras Hollywood y sus liberales estrellas “rompen lanzas” con la Casa Blanca, no deja de llamar la atención que una de las heroínas más emblemáticas de los cómics, el cine y la televisión, ahora, por culpa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), sea vista como un personaje sexista y cargado de clichés negativos.
Nos referimos al personaje de La Mujer Maravilla, quien a unas semanas de haber sido designada Embajadora Honorífica de la ONU para encabezar las campañas de “empoderamiento de la mujer” e “igualdad de género”, aprovechando que este año se estrena su nueva película en el cine, tuvo que ser destituida del cargo por presiones de grupos feministas internacionales, quienes enviaron al organismo una carta con más de 45 000 firmas, en la que decían que lejos de ser el ejemplo “de una mujer guerrera, fuerte e independiente”, en realidad La Mujer Maravilla era la representación “de una mujer blanca con pechos exuberantes, de proporciones imposibles y un traje pequeño con un motivo de bandera americana y botas altas de rodilla”. Total, que a nadie se le da gusto.
*Periodista especializado en cultura
@rogersegoviano