Había una vez, un mundo en el que cada quincena, la gente salía una hora antes a comer, a fin de pasar a una oficina administrativa conocida como “caja” y hacer largas filas para firmar una póliza, a cambio de la cual recibía un cheque con el pago de su salario. Ahí comenzaba un largo peregrinar de los “Godínez” hacia los bancos cercanos a sus oficinas, donde nuevamente hacían largas filas con el objetivo de alcanzar a cambiar el cheque y luego ir a otro banco a hacer otra fila enorme para depositarlo en sus respectivas cuentas. Sí, eso les daba mucha flojera, por eso los más valientes se llevaban su sobrecito bien escondido a guardarlo bajo el colchón. Eran los lejanos años 80 y 90.
Supongo que sólo imaginar esa rutina te mata de aburrimiento y hastío, pues hoy en día, a veces con un simple mensaje de texto o mediante una app completamente segura podemos consultar saldos, hacer movimientos y hasta pagos diversos sin tener que aparecernos por un banco en mucho tiempo. Ya no importa si se hizo tarde o si es fin de semana, tenemos acceso a nuestro dinero. También podemos ahorrar, invertir, enviar dinero a otros países y tantas cosas que no caben aquí y todo gracias a la industria fintech.
La palabra fintech es un término que viene del inglés, compuesto con las palabras finance y technology. Así, aquellas empresas que prestan servicios financieros a través de la tecnología, es decir, operan por medio de páginas web, aplicaciones móviles y redes sociales, son ahora conocidas como parte de esta industria fintech. Fueron las tecnologías y el Internet los que permitieron que hoy el usuario controle su dinero e inversiones de manera más rápida, práctica y eficaz.
La industria fintech sigue en desarrollo constante y aunque ahora mismo no ocupa un gran espacio en el mercado, está previsto que este sector crezca de forma exponencial y desplace a muchos servicios provistos por la banca tradicional en el corto plazo.
Y es que además de proveer servicios de banca online, pagos y transacciones o negociación de mercados, la industria fintech incluye también el desarrollo de sistemas de seguridad financiera, educación financiera, asesoría en línea, gestión de finanzas personales y empresariales, trading y mercados, entre otros. Las startupus fintech pretenden añadir valor a los servicios financieros actuales, reducir el costo y aumentar la eficiencia de los servicios ya existentes pero, lo más importante, es democratizar el acceso a una mayor cantidad de servicios financieros, todo ello gracias a la tecnología.
Actualmente, de acuerdo con la Condusef, en México operan 158 empresas fintech, lo cual nos posiciona como el país de América Latina con el mayor número de startups en este sector. Con tanto auge en las fintech se abre otra oportunidad de negocio, ahora para las plataformas que presten un servicio de asesoría digital que te guíen en este mar de información, de tal manera que tomes mejores decisiones financieras.
Pero cuidado, este auge podría implicar el riesgo de que cualquiera te quiera asesorar o te pida información delicada. Es aconsejable verificar qué tipo de asesoría ofrecen en estas plataformas. Considera que siempre debes acudir a un asesor financiero certificado, ajeno a tu banco o a la entidad financiera que quiere manejar tus inversiones, para que te dé una segunda opinión, además de estar pendiente de la legislación que se va creando para regular este sector tan novedoso.
*Asesor financiero especializado en fintech y coaching financiero.
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