Los cuetes no sólo asustan a los perros, también ponen nerviosos a los gatos y al gobernador de Puebla, Antonio Gali, a quien le estalló un cuete que lo tiene como gato escondido debajo de la cama porque nada más no deja de tronar.
Gali apenas rindió protesta el 1 de febrero y no es que en tres meses los huachicoleros se hayan convertido en los enemigos públicos número uno del estado, sino que es una herencia que le dejó su antecesor, Rafael Moreno Valle.
El “triángulo rojo” (como se le ha llamado a la zona en la que operan) no nació de la noche a la mañana. Desde la época en la cual los Zetas eran uno de los cárteles más temidos del país ya sonaban todas las alarmas que avisaban cómo el robo de combustibles se podría convertir en una gran peocupación.
En un principio le traía problemas y pérdidas a Petróleos Mexicanos, pero ahora ya ha cobrado vidas inocentes, ocasionado desmanes y ha dividido a una población porque las filtraciones y la forma equivocada de comunicar el problema tienen enojados a los poblanos que viven en la zona del conflicto.
La Fiscalía cometió el error de filtrar información que relacionaba la muerte de un niño de 2 años y la violación de su madre y su hermana en la carretera México-Puebla con una venganza de huachicoleros, lo que enfureció al pueblo de Quecholac, de donde es originaria la familia.
Una declaración del gobernador, con menos de una semana de diferencia, enfureció a los habitantes del resto de los municipios del “triángulo rojo”, pues afirmó que mujeres y niños recibían pagos mensuales de 12 000 pesos por fungir como halcones y escudos humanos que impedían la labor de la autoridad.
Un gato que de verdad es alfa puede dominar a su manada sin ni siquiera decir algo, con una sola mirada. No necesita escudarse en otros ni inventar pretextos para no ejercer el mando.
Lo que Gali y su gente necesitan hacer es un verdadero trabajo de inteligencia policiaca para detener a las cabezas de las bandas y a sus operadores, sin poner a la población de por medio, ya sea que esté en contra o para protegerlos.
Si no quiere que esto pase a mayores necesita ser muy cerebral y estratégico, y aplicar la filosofía de caiga quien caiga porque el problema se le salió de control desde el principio.
Siempre que el Gobierno atrapa a un criminal peligroso sin necesidad de un tiro lo presume con bombo y platillo. Si se pudo hacer con El Chapo y con El Licenciado, no es posible que no se pueda hacer con líderes huachicoleros, que se supone son de menos linaje criminal, tienen menos años en el negocio y, en teoría, no tienen amigos tan poderosos como los que durante décadas hicieron los capos en este país.
Detener este problema va a requerir que caigan cabezas, y Gali tendrá que escoger entre si quiere que caigan algunas cabezas grandes o muchas cabezas chiquitas que nada tienen que ver con el tema.
DharmaTip:
Si sabes que eres gato de Angora hazlo sentir a todos los que te rodean y marca la diferencia, si no, cualquier gato se va a sentir igual de fino que tu.
@dharmaqueen1
