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Transformar dinosaurios

20 de Febrero 2017
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La innovación es uno de los estandartes del progreso humano. Desde la invención de la imprenta hasta el Internet, la tecnología nos ha llevado a vivir los más grandes cambios económicos, políticos y sociales. Vivimos en una época de cambios exponenciales y la tecnología también ha llegado a una industria que tiene prácticas del siglo pasado, la financiera. En México empezamos a ver cambios en un sector que ha sido tradicionalista por varios factores, algunos tienen que ver con el cliente, otros con los proveedores, el tipo de industria, la seguridad, y hasta los pesos políticos y económicos.

En los últimos años el avance de la tecnología se detuvo y empezó a aplicarse a otras industrias, de ahí que hayan sido muy pequeños los adelantos que hemos hecho. Las mentes más brillantes del planeta han creado para la humanidad empresas de 140 caracteres, algo no muy prometedor para el futuro. En el caso de las finanzas han surgido modelos que han revolucionado el sector, como los microcréditos y los modelos de inclusión financiera, pero hasta ahora no se ha hecho mucho uso de la tecnología en ello.

Los avances que empezamos a ver en el sector fintech –término acuñado por la suma de las palabras finanzas y tecnología– se han enfocado hasta ahora en encontrar problemas que tiene el ecosistema actual para tratar de hacerlo más rápido, accesible, eficiente y con ello reducir los costos de operación del modelo tradicional. Si bien cada vez hay más usuarios para estos servicios, aquí se encuentra una gran problemática y también una gran oportunidad para las empresas fintech que logren conciliar la base de la pirámide, la tecnología y la inclusión financiera.

Esto es todo un reto en un país donde menos del 1 % de la población invierte en instrumentos del mercado bursátil, menos del 10 % de ellos en opciones, futuros y derivados. Donde una tercera parte de la población que tiene ahorro lo hace en una institución financiera, y cerca del 80 % de las transacciones todavía se hacen con efectivo. En este contexto es que se debe hacer una conciliación. Aunque no es imposible, tenemos 80 millones de líneas de teléfonos celulares activas, en un país donde la mitad de la población vive en condiciones de pobreza. Ciertamente no se han hecho campañas de cultura en telecomunicaciones, pero la tecnología móvil sí se ha vuelto más accesible, y justo por ello las empresas de fintech deben enfocarse en la distribución de servicios financieros a través de las cadenas de acceso a la mayoría de la población.

México es el país con mayor número de startups del sector fintech en toda América Latina, esto se debe principalmente a que cuenta con grandes fundadores de empresas tecnológicas que han aportado mucho conocimiento sobre el negocio y los aspectos técnicos .

Según datos de  la Latin American Private Equity and Venture Capital Association (LAVCA), en México durante el 2015 se invirtieron 40 millones de dólares en la industria financiera tecnológica. De igual forma, el desarrollo de nuevas tecnologías en este sector ha contribuido notablemente a acercar los servicios financieros a más mexicanos en sectores de la población que anteriormente se encontraban excluidos. Si bien se han logrado grandes avances, aún hay un largo camino por recorrer.

*Asesor financiero especializado en fintech y coaching financiero.

@networthmx

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