Minutos después del sismo que se registró el 19 de septiembre, la Facultad de Psicología de la UNAM brindó atención especializada inmediata a los universitarios, y momentos más tarde los expertos se dispusieron a recorrer diversos puntos de la metrópoli para identificar poblaciones que requirieran atención inmediata.
Pero la tarea aún no concluye, y es que los síntomas de algunos trastornos, como el estrés postraumático, podrían manifestarse tres o cuatro semanas después del evento, y durar meses, por lo que los servicios psicológicos continuarán durante los próximos seis meses, informa Silvia Morales Chainé, coordinadora de Centros de Formación y Atención Psicológica.
Actualmente, las brigadas de la Facultad atienden a quienes requieran sus servicios en la Ciudad de México; además, mediante las redes establecidas a través de convenios de colaboración entre la UNAM y otras instituciones ofrecen apoyo psicológico a los afectados en Morelos, Puebla y Oaxaca.
Según la magnitud del estrés de cada persona es la respuesta y adherencia a las instrucciones de los expertos. “No es lo mismo la crisis de ansiedad por la ocurrencia del sismo, que el proceso de quien estuvo o permanece en la zona de desastre a la espera de recuperar a sus seres queridos”, explica Morales Chainé.
Entonces, algunos síntomas, como los del estrés postraumático, podrían manifestarse inmediatamente después de haber vivido el evento, o tardar de tres a cuatro semanas, y durar meses, por lo que los especialistas evalúan el riesgo de que algunas personas presenten este trastorno.