De acuerdo con datos del organismo que agrupa a las mayores economías del mundo, México aplica 0.4 pruebas por cada mil habitantes, por debajo de Japón, que aplica 1.8 pruebas por cada mil personas.
Las pruebas de la enfermedad que aplica México está muy por debajo del promedio de la OCDE de 22.9 por cada mil habitantes, incluso de países con economías similares y de la misma región, como Chile, que cuenta con 8.1 pruebas aplicadas por cada mil ciudadanos.
El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, destacó el aumento significativo de los esfuerzos de países como España para ofrecer más pruebas.
“El aumente de la capacidad de pruebas es crucial para las estrategias de desconfinación y para reducir los riesgos de nuevos brotes”, apuntó.