La exposición al plomo, incluso en niveles bajos, puede causar daños de por vida a la salud con consecuencias especialmente peligrosas para las niñas y niños, como discapacidades intelectuales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) instauró la Semana Internacional para Prevenir la Intoxicación por Plomo del 20 al 26 de octubre, encaminada a la prohibición a nivel mundial de la pintura con plomo, pues se considerar una de las fuentes más extendidas de exposición a ese metal para bebés e infantes.
María Neira, directora del Departamento de Salud Pública Medio Ambiente y Determinantes Sociales de la Salud del organismo, indicó en el marco de esa campaña que prohibir la pintura con plomo prevendría exposiciones futuras.
De ahí que urgió a los países que aun no cuentan con controles jurídicos, y que en su mayoría son países de ingresos medios y bajos, a legislar al respecto.
“Necesitamos actuar con urgencia para que todos los países prohíban el plomo en las pinturas: los gobiernos deberían poner en marcha leyes, reglamentos o estándares obligatorios que prohíban la fabricación, importación, distribución y venta de pintura con plomo”, aseveró la funcionaria.
El plomo, metal altamente tóxico, se acumula en el cuerpo y afecta prácticamente todos los sistemas orgánicos, entre ellos el reproductivo, además de ser perjudicial para el cerebro, los riñones, el hígado y la sangre, informó la OMS.
También que es especialmente peligroso para los cerebros en desarrollo de niños y niñas, por lo que puede reducir el coeficiente intelectual, las capacidades cognitivas y originar dislexia, trastorno de déficit de atención y problemas de conducta antisocial.
En el caso de los adultos la exposición al químico aumenta el riesgo de cardiopatía isquémica y accidente cerebrovascular y en embarazadas puede influir negativamente en el desarrollo fetal.