Atender la osteoporosis le cuesta a México más de 400 millones de dólares al año, por lo que es un padecimiento muy costoso tanto en recursos como en calidad de vida, explicó el especialista Max Saráchaga.
En el marco del lanzamiento de la campaña “Huesos de Porcelana” para la prevención y tratamiento de la osteoporosis, Saráchaga detalló que durante 2018 se registraron 220 mil 573 fracturas en diversas partes del cuerpo y 40 mil 586 de cadera en pacientes de 50 a 89 años en el país.
Ello le cuesta al país, explicó, más de 400 millones de dólares entre hospitalización, pruebas, cirugías, medicinas y en pérdida de productividad.
Recalcó que sufrir una fractura es muy costoso además del ámbito monetario, en calidad de vida, pues “evidentemente los pacientes que padecen una no solo dejan de hacer actividad productiva, sino que requieren quien los cuide y eso también tiene un costo significativo”.
Para 2022, advirtió el experto, se prevé que el número de fracturas de cadera aumente a 46 mil 794 casos, lo que representaría un incremento de 15.3 por ciento respecto a 2018, cifra que es preocupante porque “30 por ciento de los pacientes que se fracturan la cadera no sobreviven, y la mitad de ellos nunca recuperan su independencia”.
“Si ustedes vieran el número de pacientes que se fracturan la cadera por fragilidad en los huesos (causada por la osteoporosis) y que se atienden, se operan y se rehabilitan, la mayoría de ellos aún no reciben el tratamiento”, subrayó.
Ante esas estadísticas, Max Saráchaga destacó la importancia de atender la osteoporosis, padecimiento que aumenta el riesgo de sufrir alguna fractura en los huesos, y prevenirla mediante la prueba de densitometría ósea.
No obstante, lamentó que las instituciones de salud pública no cuenten con el número de densitómetros suficientes para atender a toda la población mexicana.
“Hay pocos densitómetros en los hospitales públicos, no hay sufrientes en México para hacer la prueba a las mujeres como debería de ser”, puntualizó.