Con el propósito de aumentar las pruebas de detección de cáncer de mama en zonas del país donde se carece de equipo de mastografía, Blanca Olivia Murillo Ortiz, investigadora del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), sugirió el uso del método de electro-impedancia.
La titular de la Unidad de Investigación en Epidemiología de la Unidad de Medicina de Alta Especialidad Número 1 del IMSS en Guanajuato, explicó que se trata de un método práctico y de bajo costo para incrementar el porcentaje de derechohabientes que se realizan la prueba, el cual se ubica en 19 por ciento.
Resaltó que este método es libre de radiación, por lo que puede utilizarse para monitorizar un tumor en tratamiento o ser aplicado en pacientes menores de 40 años de edad, donde la densidad mamaria, a través de una mastografía, no revela la posible presencia de una lesión.
Precisó que en la aplicación de este método de detección de cáncer mamario en mujeres que radican en Guanajuato, se obtuvo una precisión de 87.39 por ciento, con 85 por ciento en sensibilidad y 96 por ciento de especificidad.
“La detección oportuna del cáncer mamario puede hacer la diferencia para una mujer y garantizarle una mejor calidad de vida, por lo que es indispensable contar con nuevos modelos de tamizaje”, destacó la doctora.
Recordó que en el país hay cada vez más diagnósticos de cáncer de mama y la tasa de mortalidad va en incremento. A nivel nacional la población femenina entre 40 y 65 años de edad es de 15 millones 831 mil 878, 53.8 por ciento de ellas, que equivale a ocho millones 129 mil 904 son derechohabientes del IMSS.
El reporte forma parte de los resultados del protocolo de investigación a su cargo, expuesto en el XXVIII Foro Nacional de Investigación en Salud “Prevención y control de las enfermedades crónicas: el papel de la investigación”.
Murillo Ortiz detalló que el estudio de campo usó el método de electro-impedancia en mil 200 mujeres de entre 25 y 70 años de edad para realizar el tamiz de detección de cáncer de mama.
La investigadora en salud del Seguro Social indicó que este protocolo permitió detectar que los tumores de mama malignos tienen una impedancia eléctrica menor que los tejidos normales circundantes.
Aclaró que la intención médica no es desplazar a la mastografía, sino complementar y darle una aplicación por la practicidad que pudiera tener un equipo de esta naturaleza en áreas rurales y consultorios de medicina familiar.
A partir de este protocolo se observó que existe una correlación significativa entre el índice de conductividad eléctrica, el índice de masa corporal y la edad de la paciente, en este último factor también se observó que el promedio de la distribución de conductividad aumentó según el grupo de edad.
Añadió que los resultados sugieren que la electro-impedancia mamaria se puede utilizar en mujeres con obesidad y mamas densas.
La especialista indicó que el principio de la conductividad se fundamenta en que los tumores malignos de la glándula mamaria tienen una conductividad eléctrica mucho mayor, es decir; la habilidad del paso de la corriente se modifica cuando la célula cancerígena cambia sus niveles de potasio, sodio y calcio.
Precisó que al paso de la corriente eléctrica se modifica la transmisión de los datos, lo que permite observarla a través de histogramas (gráfico de la representación de distribuciones de frecuencias).
Después, esos gráficos se traducen, como lo haría la mastografía, para visualizar la distribución reconstruida de esta conductividad, lo que va a denotar la benignidad o sospecha de malignidad entre una mama y otra; es decir, se va a establecer si el tejido es normal o sospechoso.
Murillo Ortiz recordó que este método surgió en Rusia, sin embargo, en México ya se diseñan protocolos para usar esta metodología, pues puede reflejar un diagnóstico de sensibilidad y especificidad semejante al de la mastografía.