Las patinetas eléctricas se han popularizado últimamente como un medio de transporte conveniente, ligero y rápido. Pero a medida que más gente las usa, han aumentado los accidentes, resultando en heridas graves e incluso muertes.
No hay cifras oficiales confiables en Estados Unidos, pero un conteo rudimentario de The Associated Press con base en versiones de prensa que apuntan a que hubo por lo menos 11 muertes a causa de patinetas en Estados Unidos desde inicios de 2018. Nueve estuvieron relacionadas con patinetas alquiladas y dos con patinetas propiedad del usuario.
Ahora que el verano se aproxima, la cifra seguramente aumentará a medida que más gente sale a las calles con las patinetas motorizadas. A pesar del riesgo, la demanda ha estado en aumento, gracias en parte a las empresas arrendadoras, como Lime y Bird. Sólo en Estados Unidos, hubo 38,5 millones de viajes en patinetas alquiladas en 2018, según la Asociación Nacional de Funcionarios Municipales del Transporte.
Las patinetas motorizadas pueden alcanzar velocidades de 24 kilómetros por hora (15 millas por hora). Son económicas y convenientes, fáciles de alquilar y devolver. Sin embargo, numerosos peatones y conductores de vehículos se quejan de que son a lo menos una molestia pública y en el peor de los casos, mortíferas.
Entretanto, las municipalidades a duras penas han podido aprobar leyes para regular su uso. En muchos casos, las compañías de alquiler de patinetas las colocan en las aceras de un día a otro, sin aviso alguno.
Las regulaciones varían de ciudad en ciudad. En Nueva York y el Reino Unido, es ilegal ir en patineta por vías públicas y aceras, una norma que es masivamente ignorada.
La semana pasada en Helsingborg, Suecia, el conductor de una patineta murió atropellado por un carro al día siguiente de ser aprobado el uso de tales vehículos, lo que suscitó reclamos para prohibirlos.
En Nashville, Tennessee, donde otro usuario de patineta murió atropellado, el alcalde dio a las compañías de patinetas 30 días para acatar las normas o de lo contrario las prohibiría.
Hastiada de las miles de patinetas que han invadido las aceras de París, la alcaldesa Anne Hidalgo anunció el jueves un tope a la cantidad de patinetas permitidas y un límite de velocidad de 8 km/h (5 mph), aparte de una multa de 135 euros (150 dólares) contra quien use patinetas en las aceras.
Isabelle Albertin, pianista de la Ópera Garnier de París, sufrió múltiples fracturas al ser atropellada por una patineta motorizada el 17 de mayo. Ahora ha demandado a la ciudad y está formando una organización activista que abogue por una prohibición.
“Es un caos total en las aceras de París. Los peatones estamos totalmente indefensos”, denunció la pianista en declaraciones el diario Le Parisien.
No hay muchas cifras sobre accidentes de patinetas debido a que el fenómeno es relativamente nuevo. En Austin, Texas, las autoridades de salud pública en colaboración con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés) contaron 192 heridas por uso de patinetas en tres meses de 2018.
Casi la mitad eran heridas craneales, incluso 15% de traumatismos, como contusiones y hemorragias cerebrales. Menos del 1% de los usuarios portaban cascos.
Bird, una de las empresas más grandes de alquiler de patinetas, empezó a ofrecer su servicio en Santa Mónica, California, en septiembre de 2017 y en pocos meses empezaron a llegar usuarios a salas de emergencia, dijo el doctor Tarak Trivedi, médico de salas de urgencia en Los Ángeles y coautor de un estudio sobre lesiones causadas por uso de patinetas.
El año siguiente, el equipo de Trivedi contó 249 heridas por uso de patinetas, de las cuales más del 40% fueron heridas craneales. Apenas 4% de los usuarios llevaban casco.
“Creo que nuestras vías públicas no están preparadas para este fenómeno”, comentó el doctor Trivedi.
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Bussewitz reportó desde Nueva York y Morris desde Raleigh, Carolina del Norte. Los periodistas de The Associated Press Lori Hinnant en París y Jennifer Farrar en Nueva York contribuyeron a este despacho.