Millones de personas todavía lamentan la muerte de algún familiar, amigo o conocido ante una enfermedad como la Covid-19 que no tardó en decretarse como pandemia y que tomó a gran parte del mundo por sorpresa. En particular al universo de los negocios, que se encontraron algo desprevenidos y tuvieron que salir al cruce para no desaparecer.
Es que además de la salud de miles de millones de personas, sus trabajos también estuvieron en juego durante estos primeros años de una pandemia que parece no terminar nunca con nuevos rebrotes y mutaciones en distintas partes del mundo. Esto lleva a que los negocios tengan que adaptarse, a nuevas cuarentenas en el “Viejo Continente”, mientras que en América Latina donde la situación está algo más estable, a los nuevos formatos de consumo online que tanto terreno están ganando en el mundo entero.
Esto implica un nuevo abordaje a las necesidades de los consumidores, que terminaron de afianzarse durante la pandemia para ser casi netamente necesidades “online”, como por ejemplo poder tener acceso a una aplicación nativa de una empresa, o bien a un sitio web “responsivo”, que sea mucho más accesible para acaparar tanto a los jóvenes que prácticamente nacen con la tecnología abajo del brazo, así como aquellas personas que tenían muy poca interacción con el universo digital.
Un nuevo rubro de trabajo
Claro que no todas son pálidas en la pandemia, como dice el refrán chino “toda crisis es una oportunidad”, muchas empresas salieron a la cancha a buscar nuevas formas de venta. Sin dudas la más predominante fue la venta online, un método que casi que se impuso por su cuenta durante la pandemia y que se proyecta a ser el método de venta por excelente, en algunos casos superando a la venta retail durante 2021.
Foto: Arnold Francisca
Y ahí es donde los programadores entran en juego, un rol laboral que se renueva casi diariamente y que tiene tantas aristas como la producción industrial. Es que existen casi tantos lenguajes como formas de trabajar, por lo que cada vez más jóvenes se suman a la tendencia de aprenderlos, para buscar un trabajo, o bien propulsar su propia empresa. De acuerdo a una investigación realizada en el Reino Unido, alrededor del 13% de jóvenes de 25 a 34 años reportaron interés en aprender algún lenguaje de codificación, algo que le vale a la generación millennial el título de “la generación más entusiasta a programar”.
Es que resulta una excelente salida laboral que ofrece una estabilidad que pocas otras pueden ostentar, teniendo como una gran ventaja la posibilidad de aprender lenguajes como Python de forma online sin tener que sacar un pie del hogar. Es que la pandemia también trajo consigo una suerte de revolución informática que permite aprender lo que se quiera de forma online, en el momento que se guste y sin apuros.
Eventualmente en el futuro cada vez más empresas se nutrirán de los beneficios que tiene digitalizar sus negocios y así buscarán cada vez más programadores. Quizás los años venideros estén marcados por ser los de la verdadera revolución digital del comercio.