BOGOTÁ (AP) — El gobierno de Donald Trump sancionó el viernes al hijo de Nicolás Maduro, en su empeño por incrementar la presión sobre los familiares de altos funcionarios venezolanos que apoyan al líder socialista y sospechoso de corrupción.
El Departamento del Tesoro estadounidense congeló los bienes que pueda poseer Nicolás Maduro hijo en Estados Unidos y prohibió a los estadounidenses tener negocios con él.
“El régimen de Maduro se construyó con elecciones fraudulentas, y su círculo interno vive en opulencia gracias a las ganancias de la corrupción mientras los venezolanos sufren”, dijo el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin. “Maduro depende de su hijo, Nicolasito, y otros cercanos a su régimen autoritario para mantener control absoluto de la economía y suprimir al pueblo de Venezuela. El Tesoro seguirá persiguiendo a parientes cómplices de personas al interior del régimen ilegítimo que se beneficia de la corrupción de Maduro”.
Hasta hace un tiempo, Maduro hijo, de 29 años, mantenía una presencia discreta como flautista en la célebre red venezolana de orquestas juveniles. Pero su carrera política despegó poco después de la elección de su padre en 2013, cuando lo nombraron jefe de un nuevo cuerpo de inspectores dependiente de la presidencia, lo que avivó las acusaciones de nepotismo.
También es miembro de la asamblea constitucional, un rival del congreso contralado por la oposición, acusada de reformar la constitución del país. En 2017, ofreció un intenso discurso desde la asamblea jurando atacar a la Casa Blanca en respuesta a la amenaza de Trump de usar la fuerza militar para quitar a su padre del poder.
“Los fusiles llegarían a Nueva York, señor Trump. Llegaríamos y tomaríamos la Casa Blanca”, dijo.
Las sanciones en su contra marcan el inicio de una nueva estrategia contra los familiares de las personas al interior del gobierno.
Un alto funcionario estadounidense dijo que el gobierno estudia las nuevas medidas como parte de su ataque a la corrupción de importantes aliados del líder socialista. Hasta el momento, el gobierno de Trump ha sancionado a más de 100 altos funcionarios y otras personas acusadas de corrupción, violación a los derechos humanos y narcotráfico, incluido al mismo Maduro y su esposa, Cilia Flores.
El funcionario habló bajo condición de anonimato por no estar autorizado a discutir el tema oficialmente.
El gobierno de Trump ha seguido una estrategia similar contra los hijos de los comerciantes cercanos al presidente ruso Vladimir Putin _también conocidos como la segunda generación de oligarcas_ así como los líderes cercanos al grupo terrorista Jezbolá.
Maduro hijo, que se parece a su padre y es conocido como Nicolasito, es también líder del ala juvenil del partido socialista y previamente fue coordinador de una escuela de cine gubernamental, a pesar de no tener experiencia en cinematografía.
Según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, Maduro hijo también ha participado en tareas de propaganda y censura, y se ha beneficiado de las minas venezolanas junto con Maduro y Flores. El Tesoro también afirma que ayudó a concebir una estrategia este año para presionar al ejército de Venezuela para que evitara que la ayuda humanitaria entrara al país al calificarlo de un intento por socavar la democracia. Supuestamente también trabajó para aumentar la censura en la infraestructura de telecomunicaciones de Venezuela, argumentando que era necesaria por las actividades del gobierno de Estados Unidos.
De momento no hubo respuesta de Maduro hijo.
Tras el anuncio de las nuevas sanciones, Venezuela informó la noche del viernes que emprenderá acciones en el sistema internacional contra el gobierno de Trump para “neutralizar” las medidas que consideró como “ilegales”.
El gobierno venezolano dijo en un comunicado que las sanciones contra el hijo del mandatario buscan “personalizar el ataque” contra Maduro.
Más temprano, Caracas condenó en un escrito las sanciones que impuso la víspera el Departamento del Tesoro contra dos ex funcionarios del Ministerio de Energía Eléctrica de Venezuela, y dijo que con las medidas se pretende “ocultar su responsabilidad” en los apagones nacionales que se registraron en marzo, que las autoridades atribuyeron a “ataques cibernéticos” ejecutados desde Estados Unidos.