El gobierno de Estados Unidos ordenó abruptamente a China que “cese todas las operaciones y eventos” en su consulado en Houston, Texas, de acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores de China, que lo calificó de “escamosa agudización sin precedentes” en las recientes acciones tomadas por Washington.
A última hora del martes por la noche, hora local, la policía de Houston dijo que respondieron a informes de humo en el patio fuera del consulado, ubicado en Montrose Boulevard, en el área del centro de la ciudad. Medios locales compartieron videos de lo que parecían ser funcionarios dentro del complejo quemando documentos.
En un comunicado publicado en sus redes sociales oficiales, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo que la orden de cerrar el consulado fue una “provocación política lanzada unilateralmente por la parte estadounidense, que viola gravemente el derecho internacional, las normas básicas que rigen las relaciones internacionales y el acuerdo consular bilateral entre China y Estados Unidos”.
“China condena enérgicamente un movimiento tan indignante e injustificado que saboteará las relaciones entre China y Estados Unidos”, dijo. “Instamos a Estados Unidos a que retiren inmediatamente su decisión errónea, de lo contrario, China tomará las reacciones legítimas y necesarias”.
El comunicado continúa diciendo que Estados Unidos ha estado “culpando a China con la estigmatización y los ataques injustificados contra el sistema social de China, acosando al personal diplomático y consular chino en Estados Unidos, intimidando e interrogando a estudiantes chinos y confiscando sus dispositivos eléctricos personales, incluso deteniéndolos sin causa”.
En Twitter, Hu Xijin, editor del periódico sensacionalista Global Times, respaldado por el estado y con fuertes vínculos con el Partido Comunista de China, dijo que a Beijing se le habían dado 72 horas para cerrar el consulado. “Este es un movimiento loco”, agregó.
No está claro qué pudo haber motivado tal orden de Washington. Las relaciones entre los dos países se han desplomado en el último año, en medio de una guerra comercial en curso, la pandemia de coronavirus y las críticas estadounidenses por los abusos de los derechos humanos de China en Hong Kong y Xinjiang.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, se encuentra actualmente en Europa, donde ha convocado a líderes en el continente para tomar una línea más dura con Beijing y se ha reunido con disidentes exiliados.
La portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Morgan Ortagus, dijo que el consulado recibió la orden de cerrar “para proteger la propiedad intelectual estadounidense y la información privada de los estadounidenses”.
La Convención de Viena establece que los diplomáticos deben “respetar las leyes y regulaciones del Estado receptor” y “tienen el deber de no interferir en los asuntos internos de ese Estado”, dijo.
“Estados Unidos no tolerará las violaciones de la RPC (República Popular de China) de nuestra soberanía e intimidación de nuestro pueblo, así como no hemos tolerado las prácticas comerciales injustas de la RPC, el robo de empleos estadounidenses y otros comportamientos atroces. El presidente Trump insiste en la equidad y la reciprocidad en las relaciones entre Estados Unidos y China”.
Según un comunicado en su sitio web, el consulado de Houston cubre ocho estados del sur de EE.UU., Incluidos Texas y la Florida, así como Puerto Rico. “Fue el primer (consulado) que se estableció” en 1979 después de que Estados Unidos y China establecieron relaciones diplomáticas, aunque en ese momento ya funcionaba una oficina de enlace en Washington.